viernes, 24 de enero de 2014

¿Quién es Muhammad? V

Para hablar a fondo del profeta Muhammad (s.a.w.s.) necesitaría un blog entero, ya que cualquier cosa que diga sobre el sería muy poco en una sola entrada (y esta es la 5ta) pero quise hablar antes sobre su vida desde quienes eran sus antepasados, cuando nació y sobre algunas personas que estuvieron cerca de él mientras crecía y antes de que recibiera las primeras revelaciones.

Muhammad bin Abdullah bin Abdul-Muttalib nació en el año 570 (de la Era Cristiana), y murió en el año 633.
Muhammad (s.a.w.s.) no fue ni más ni menos que un ser humano, pero fue un hombre con una noble misión, la cual era unir a la humanidad en la adoración de un Único Dios, y enseñar a los hombres a vivir basados en las ordenanzas de Dios de justicia y honestidad. Él siempre se describió a sí mismo como “Un Esclavo y Mensajero de Dios”, y ciertamente cada acción suya estaba proclamada a ocurrir.

Las personas no dudan en elevar a lo divino y aún distinguir como  “dioses” a otras personas quienes sus vidas y misiones han sido perdidas en leyendas. Históricamente, ninguna de estas leyendas logró una fracción de lo que Muhammad (s.a.w.s.) logró. Y todos sus esfuerzos fueron con el solo propósito de unir a la humanidad en la adoración del Único Dios bajo la excelencia de los códigos de la moral. Muhammad (s.a.w.s.) o sus seguidores nunca afirmaron que él era el hijo de Dios, o el Dios encarnado o un hombre divino; sino solamente él siempre fue y aún hoy es considerado como un Mensajero elegido por Dios.
A continuación hay algunos de los hechos narrados por miles de personas sobre un gran hombre, sobre el Profeta Muhammad (s.a.w.s).

- Nació en una noble tribu descendiente de los líderes de Meca.

- El nombre “Muhammad” deriva de la raíz árabe  “hamd” que literalmente significa “el alabado”.

- Él nunca cayó en la práctica habitual de los miembros de su tribu de adorar estatuas, ídolos o dioses hechos por sus propias manos.

- Él creyó que Dios era verdaderamente el Único Dios, y como tal, solamente Él debía ser adorado, sin ningún otro dios junto a Él.

- Él sostuvo el nombre de Dios en lo más alto de la veneración, y nunca mencionó el nombre de Dios en vano o con algún propósito vanamente glorioso.

- Él despreciaba la adoración falsa y toda la complejidad y degradación a lo cual eso dirigía.

- Él se adhirió a el mandato de Dios Todopoderoso, al igual que lo hicieron los Profetas anteriores a él.

- Él nunca cometió adulterio, y prohibió a los demás cometerlo.

- Prohibió la usura y el interés en los préstamos de dinero, como Jesús (la paz sea con él) había hecho siglos antes que él.

- Nunca apostó dinero, y no lo permitía.

- Nunca bebió alcohol o bebidas fuertes, aún siendo esto un hábito popular en las tribus de esa época y región.

- No se involucraba en habladurías, y solía marcharse cuando escuchaba algo relacionado a eso.

- Ayunaba durante días para acercarse a Dios Todopoderoso, y alejar la debilidad de las atracciones mundanas.

- Habló sobre Jesús (la paz sea con él), que fue la inmaculada concepción, y sobre el milagro del alumbramiento de María, una de las mejores creaciones de Dios Todopoderoso.

- El insistió aún a los Judíos de Medina, que Jesús (la paz y la bendición sean con él) era el Mesías, el Cristo, el que estaba previsto que viniera en el Tora (Antiguo Testamento).

- Dijo que Jesús realizó milagros bajo el permiso de Allah, el Todopoderoso, curando a los leprosos, devolviendo la visión a los ciegos, y aún devolviendo a la vida a un hombre ya muerto.

- Declaró claramente que Jesús (la paz sea con él) no murió, sino que más bien Allah lo elevó a los cielos.

- Predijo que Jesús (la bendición y paz de Allah sean con él) volverá en Los Últimos Días, para guiar a los verdaderos creyentes en la victoria sobre las malvadas y perversas personas, y para destruir al Anti – Cristo.

- Ordenó el pago de caridad a los necesitados, fue el defensor y protector de las viudas, los huérfanos y los peregrinos.

- Instruyó a las personas a unirse con sus familiares, honorar los lazos familiares y restableció las relaciones entre los miembros de la familia.

- Exigió a sus seguidores a  relacionarse con las mujeres sólo a través del matrimonio legal, prohibiendo el adulterio.

- Insiste en proporcionarles a las mujeres sus derechos, la dote, la herencia y la propiedad.

- Su paciencia y actitud humilde fueron ejemplos, y todos quienes lo conocieron tuvieron que admitir estas virtudes.

Otros puntos importantes sobre el:

martes, 14 de enero de 2014

¿Quién es Muhammad? IV

Pasados dos años Muhammad fue destetado y llevado a su madre Aminah, pero Halimah y Harith su marido querían cuidarlo un poco mas así que convencieron a Aminah de dejárselos y ella accedió temiendo que en Meca el niño fuera afectado por alguna plaga. Unos meses después Muhammad estaba jugando con su hermano adoptivo (hijo de Halimah y Harith) y aconteció algo que el profeta (s.a.w.s.) iba a describir más tarde como: Vinieron hacia mí dos hombres vestidos de blanco, con una jofaina de oro lena de nieve. Entonces me tendieron, y abriéndome el pecho me sacaron 1 corazón. Igualmente, lo hendieron y extrajeron de él un coágulo negro que arrojaron Tejos. Luego lavaron mi corazón y mi pecho con la nieve." (I.S.I/1, 96). También dijo: "Satán toca a todos los hijos de Adán el día en que sus madres los paren, salvo a María y su hijo." (B. LX, 54).

Después de ese acontecimiento el niño fue llevado de nuevo con su madre y vivió junto a ella hasta aproximadamente hasta sus seis años y fue cuando Aminah murió.
Huérfano de padre y madre quedó al cuidado de su abuelo Abd al-Muttalib, pero lastimosamente su amado abuelo murió unos dos años después, así que el pequeño Muhammad quedó bajo la protección de su tío Abu Talib.

Desde pequeño Muhammad se preocupo por su propio sustento ya que su tío era pobre, y acompañaba a su tío en los viajes, así en un viaje se encontraron con un monje cristiano llamado Bahira, y este monje tenía los manuscritos en el cual se hablaba sobre la llegada de un profeta para los árabes, y el especialmente creía que ese profeta había de llegar mientras él aun viviera.


Cuando vio a Muhammad el monje sintió un interés especial por él, todos sus rasgos físicos eran como se describían en la profecía y aunque ya estaba seguro, lo estuvo aun mas cuando reviso la espalda del niño y allí, entre los hombros, se encontraba la misma marca que esperaba ver: el sello de la profecía como se describía en su libro, en el mismo lugar. Ahora el monje Bahira estaba doblemente convencido de que estaba frente al profeta que había de llegar para los árabes y mando a su tío que cuidara de él y lo protegiera de los Judíos.

Cuando Muhammad tenía veinticinco años era de estatura media, tendiendo a la delgadez, con una gran cabeza, hombros anchos y perfectamente proporcionado el resto del cuerpo. Sus cabellos y su barba, poblados y negros, no eran del todo lisos sino ligeramente rizados. El pelo le caía hasta pasados los lóbulos de las orejas sin llegar a los hombros y la longitud de la barba era parecida. Tenía una noble anchura de frente, y a los óvalos amplios de sus grandes ojos, con pestañas excepcionalmente largas, los enmarcaban unas anchas cejas un poco arqueadas pero sin unirse. En la mayoría de las descripciones más antiguas se dice que sus ojos eran negros, pero según una o dos de aquéllas eran marrones o incluso marrones claros. Su nariz era aquilina, y la boca grande y bien formada - una apostura siempre visible porque, aunque se dejaba crecer la barba, nunca permitía que el pelo del bigote sobrepasase el labio superior. Su piel era blanca, pero bronceada por el sol. Además de su belleza natural, tenía una luz en el rostro - la misma que había irradiado su padre, ahora más intensa en el hijo y esta luz se manifestaba de forma especial en su ancha frente y en sus ojos, que eran extraordinariamente luminosos.

Khadija era una mercader y una de las más ricas de Meca, era quince años mayor que Muhammad y se sintió atraída hacia el por la manera en que el administraba los negocios y por lo Maysarah le había dicho sobre Muhammad, él le comento que había tenido una visión en la cual dos ángeles resguardaban a Muhammad del sol y que el monje Nestor (el sucesor del monje Bahira ver. ¿Quién es Muhammad? IV) dijo que él era un profeta, entonces Khadija quedo convencida que ese muchacho era el profeta esperado y que quería casarse con él.

Khadija envió a su amiga Nufaysah a hablar con Muhammad sobre sus intenciones de matrimonio así pues Muhammad acepto y acudió a pedir la mano Khadija y acordaron que Muhammad le entregaría a ella doce camellas como dote.

Fue un matrimonio feliz y lleno de bendiciones, tuvieron seis hijos dos varones y cuatro hembras. El hijo mayor fue un niño llamado Qasim, y a Muhammad se le conoció como Abu-l-Qasim, el padre de Qasim; pero el niño murió antes de cumplir los dos años. El siguiente fue una niña, a la que llamaron Zaynab, que fue seguida de tres niñas más: Ruqayyah, Umm Kulthum y Fatimah, y de otro hijo de corta vida.


Recopilado de: Muhammad: Su vida basada en las fuentes más antiguas Martin Lings.

sábado, 11 de enero de 2014

¿Quién es Muhammad? III

Abdallah era, por belleza, el José de su tiempo y se había casado con una Aminah, que era hija de Wahb, un nieto de Zuhrah, el hermano de Qusayy. El año del matrimonio fue el 569 de la era cristiana. El siguiente a éste, conocido como el Año del Elefante, Abdallah, se había ido para comerciar a Palestina y Siria con una de las caravanas; de regreso al hogar se había alojado con la familia de su abuela en Yathrib, y allí había enfermado. La caravana prosiguió sin él hacia la Meca; cuando Abd al-Muttalib se enteró envió a Harith para que acompañase a su hermano en su retorno tan pronto estuviese suficientemente bien para viajar. Sin embargo, cuando Harith llegó a la casa de sus primos sus saludos encontraron respuestas de condolencia, y al instante comprendió que su hermano había fallecido.

Grande fue la aflicción en la Meca cuando Harith volvió. El único consuelo de Aminah era el hijo que estaba esperando de su marido ahora fallecido, y su alivio fue mayor a medida que se fue acercando el momento del parto. Era consciente de una luz en su interior, y un día brilló desde ella con tan gran resplandor que pudo ver los castillos de Bostra en Siria. Y oyó una voz que le decía: "En tu seno llevas al señor de este pueblo, y cuando nazca di: Lo pongo bajo la protección del Uno, contra el mal de los que envidian. Luego, ponle por nombre Muhammad." (1.1.102).

Unas semanas más tarde nació el niño. Aminah se encontraba en casa de su tío y envió un mensaje a Abd al-Muttalib pidiéndole que fuese a ver a su nieto. Abd al-Muttalib tomó al pequeño en sus brazos y lo llevó al Santuario y al interior de la Casa Sagrada, donde pronunció una plegaria de agradecimiento a Dios por el don recibido.

Como era costumbre en las grandes familias árabes, los niños eran llevados al desierto para ser amamantados y destetados. Así fue presentado Muhammad para ser llevado, pero ninguna de las mujeres quería tomarlo para amamantarlo ya que era un niño huérfano de padre, entonces no veían que beneficio podían obtener de él, ya que su abuelo era demasiado distante, y en este caso habrían sabido que Abd al-Muttalib era ya un hombre anciano del que, con toda razón, no era de esperar que fuese a vivir mucho más tiempo. Cuando muriese, sus hijos y no su nieto serían sus herederos. En cuanto a Aminah, era pobre; y por lo que al niño se refería, su padre había sido demasiado joven para haber adquirido riqueza. Había dejado a su hijo poco más de cinco camellos, un pequeño rebaño de ovejas y cabras y una esclava. El hijo de Abdallah era ciertamente vástago de una de las grandes familias; pero también, con mucho, el más pobre de los niños que aquel año ofrecieron a esas mujeres.

Por otro lado, aunque los padres adoptivos no tenían por qué ser ricos, no debían ser sumamente menesterosos. Entre los posibles padres adoptivos se contaba con Halimah y su marido que eran más pobres que cualquiera de sus compañeros. Siempre que se dio la posibilidad de elegir entre ella y otra, fue la otra la preferida y elegida, y no pasó mucho tiempo antes de que a todas las mujeres, excepto Halimah, les hubiese sido confiado un niño. Solamente la nodriza más pobre no tenía niño y solamente el niño más pobre estaba sin nodriza.

Halimah no quería abandonar Meca sin un niño al cual criar, ya que todas sus amigas ya tenían uno consigo, así que le dijo a su esposo que iba a tomar al niño huérfano y el estuvo de acuerdo, pensó que tal vez podían obtener alguna bendición de Dios por medio de ese niño. Así tomó Halimah a Muhammad y tan pronto como lo puso en su regazo sus pechos rebosaron de leche para él, así también ocurrió el milagro con su vieja camella que les dio leche hasta que quedaron satisfechos.


Fue así como ellos se dieron cuenta que al niño pobre que habían tomado le acompañaba una gran bendición.

Recopilado de: Muhammad: Su vida basada en las fuentes más antiguas Martin Lings

¿Quién es Muhammad? II

La plegaria de Abraham fue escuchada ya que eran muchos los peregrinos que se hacían presentes a la kaabah, llegaban de todas partes de Arabia, los descendientes de Isaac también llegaban venerar al Dios único, pero al pasar de los años y los signos la pureza en la adoración a un único Dios se contamino a causa de la influencia de las tribus paganas vecinas y finalmente los fieles comenzaron a traer ídolos a Meca y así los Judíos dejaron de visitar la Kaabah.

Una de las tribus más importantes de Meca era la de los Quraysh. Alrededor de unos 400 años después de Cristo existió hombre de los Quraysh llamado Qusayy que estaba casado con una hija de Hulayl, que entonces era el jefe de los Juzaah. Al morir Hulayl se acordó que Qusayy iba a ser el guardián de la Kaabah.

Qusayy trajo a sus familiares más cercanos para vivir en Meca y de entre su descendencia se contó con cuatro hijos dentro de los cuales Abdu Manaf era el más apto para ocupar el lugar de su padre cuando este muriera y ser el encargado de abastecer de agua a los peregrinos y de recoger el tributo para alimentarlos, pero Abd al-Dar era su preferido y se dejo a él a cargo, aunque en la generación siguiente la mitad de los Quraysh se agrupo alrededor del hijo de Abdu Manaf,  Hashim pero la vida de este no iba a ser muy larga y murió en unos de sus viajes en Gaza, Palestina.

Hashim tenía dos hermanos Abdu Shams y Muttalib, y un medio hermano llamado Nawfal, de estos tres el más pequeño de ellos Muttalib pasó a ser el encargado de suministrar el agua a los peregrinos cuando Hashim murió, pero Muttalib pensó en su sucesor y decidió que debía ser Shaybah el hijo que Hashim procreó con su esposa Salma, ella se lo confió y cuando Muttalib se dirigía hacia Meca con su sobrino la gente curiosa de ahí le apodo “Abd al-Muttalib” o “El siervo de al-muttalib”.

Abd al-Muttalib llegó a ser muy respetado por el Quraysh a causa de su generosidad, su veracidad y su sabiduría. A pesar de que Abd al-Muttalib tenía muchas esposas, solo tenía un hijo, así que clamo a Dios que le concediese diez hijos y que así lo hacía el sacrificaría a uno de ellos en la kaabah. Su plegaria fue escuchada y Dios le dio 9 hijos más.

Abdallah era su hijo más joven, y el más amado, y el tiempo de cumplir su promesa había llegado, y por ser un hombre de palabra comenzó a pensar a cuál de sus hijos tenía que sacrificar pero no podía cargar con el peso de tomar el la decisión, para ello convoco a los 10 a una reunión y les contó lo de su promesa así que la decisión fue tomada echando a suerte con las flechas, así cada uno hizo su marca en una flecha y se llamó al adivino para que en presencia de él se llevara a cabo la decisión (era una costumbre y creencia de esa época), entonces salió la flecha de Abdallah, Abd al-Muttalib tomo a su hijo con una mano y en la otra el cuchillo y se dirigieron hacia la puerta a cumplir con el sacrifico, pero la multitud ya estaba presente y comenzaron a preguntar lo que pretendían hacer, entre tanto levantó un murmullo entre los majzumíes, pues comprendieron que la supuesta víctima era uno de los hijos de su hermana. "¿Para qué ese cuchillo?" gritó una voz, y otras repitieron la pregunta, aunque todos sabían cuál era la respuesta. Abd al-Muttalib comenzó a contarles su voto, pero fue interrumpido por Mugirah, el jefe del Majzum: "No lo sacrificarás; sino que en su lugar ofrecerás un sacrificio, y, aunque su rescate fuese todas las propiedades de los hijos de Majzum, lo redimiremos." Así también los hermanos de Abdallah rogaron a su padre que hiciera otro sacrifio en cambio de su hermano.

Abd al-Muttalib anhelaba que le convenciesen aunque, por otra parte, estaba lleno de escrúpulos. Finalmente, sin embargo, accedió a consultar a cierta mujer sabia de Yathrib que podía decirle si en este caso era posible una expiación y, de serlo, cómo habría de hacerse.
Así se dirigieron a consultar a la mujer y le contaron los hechos, ella prometió consultar a su espíritu familiar y les ordenó que volviesen al día siguiente. Abd al-Muttalib rogó a Dios. A la mañana siguiente la mujer dijo: "Me ha venido un mensaje. ¿Cuál es la reparación de sangre entre vosotros?" Le contestaron que era de diez camellos.

"Volved a vuestro país", dijo ella, "y poned a vuestro hombre con diez camellos al lado y echad suertes entre ellos. Si la flecha cae contra vuestro hombre, añadid más camellos y echad suertes de nuevo; si fuera necesario, añadid más camellos, hasta que vuestro Señor los acepte y la flecha caiga contra ellos. Luego, sacrificad los camellos y dejad vivir al hombre."


Volvieron a la Meca, Abd al-Muttalib entró en la Casa Sagrada y, colocándose al lado de Hubal, pidió a Dios que aceptase lo que estaban haciendo. Luego, echaron suertes, y la flecha cayó contra Abdallah. Se añadieron otros diez camellos, pero de nuevo las flechas dijeron que los camellos debían vivir y el hombre morir. Siguieron añadiendo camellos; diez cada vez, y echando suertes con el mismo resultado, hasta que el número de camellos alcanzó la centena. Sólo entonces la flecha cayó contra ellos. Pero Abd al-Muttalib era sumamente escrupuloso; la evidencia de una flecha no era para él suficiente para decidir un asunto de tal envergadura. Insistió en que debían echar suertes una segunda y una tercera vez, lo cual hicieron, y en cada ocasión la flecha cayó contra los camellos. Al final tuvo la certeza de que Dios había aceptado su expiación, y los camellos fueron debidamente sacrificados.

Recopilado de: Muhammad: Su vida basada en las fuentes más antiguas Martin Lings


¿Quién es Muhammad? I

Para saber quién es Muhammad, es preciso identificar primero a Abraham. Abraham estaba casado con Sara y ambos estaban ya en una edad muy avanzada y no habían concebido ningún hijo, un día Dios le hablo a Abraham, estando afuera le dijo: “Mira al cielo y cuenta, si puedes, las estrellas.” mientras el contemplaba el cielo Dios continuo diciendo: "Así de numerosa será tu descendencia. (15:5)”.

Dada su avanzada edad y la de Sara, Abraham quedó desconcertado con esa revelación que Dios le había hecho. Sara decidió darle como segunda esposa a su esclava egipcia Agar, pero cuando esta quedo embarazada de Abraham, surgió un resentimiento entre ambas así que huyo del enojo de Sara y clamó a Dios por su auxilio, Dios le respondió por medio de un ángel diciendo: "Yo multiplicaré tu descendencia, que por lo numerosa no podrá contarse." El ángel también le dijo: "Mira, has concebido y parirás un hijo, y lo llamarás Ismael; porque ha escuchado Dios tu aflicción." (Génesis 16:10-11). Entonces Agar regresó con Abraham y Sara y les contó lo que había dicho el ángel y, cuando tuvo lugar el parto, Abraham puso por nombre a su hijo Ismael, que significa "Dios oirá".

Pasados 13 años Dios hablo de nuevo a Abraham anunciándole que Sara también iba a darle un hijo al cual llamaría Isaac. Acongojado pidió a Dios por Ismael "Ojalá que viva a tus ojos Ismael" y Dios le respondió: "También te he escuchado en cuanto a Ismael. Yo lo bendigo y lo convertiré en una gran nación pero mi pacto lo estableceré con Isaac, el que te parirá Sara el año que viene por este tiempo." (Génesis 17:20-21).
Dios prometió que Ismael también seria bendito, y así fue como dos grandes naciones iban a surgir de Abraham. Fue así Abraham la fuente de dos corrientes espirituales, que no tenían que fluir juntas, sino cada una en su propio cauce; confió a Agar e Ismael a la bendición de Dios y al cuidado de sus ángeles con la certeza de que todo les iría bien, ya que ellos abandonaron la casa, porque Sara así lo pidió.

Así fueron guiados Agar e Ismael hasta el valle de Becca; no transcurrió mucho tiempo antes de que madre e hijo fueran vencidos por la sed, hasta el extremo de que Agar temió que Ismael se estuviese muriendo. Según las tradiciones de sus descendientes, Ismael clamó a Dios desde donde yacía en la arena, y su madre se colocó sobre una roca al pie de un promontorio cercano para ver si se divisaba alguna ayuda. Al no ver nada, se apresuró hacia otra atalaya, pero desde allí tampoco se veía ni un alma. Medio enajenada, pasó en total siete veces de un punto al otro, hasta que al final de la séptima carrera, cuando se sentaba para descansar sobre la roca más distante, el Ángel le habló. En palabras del Génesis:
Y oyó Dios la voz del niño, y el ángel de Dios llamó a Agar desde los cielos, diciendo: "¿Qué tienes, Agar? No temas, que ha escuchado Dios la voz del niño que aquí está. Levántate, toma al niño y cógele de la mano, pues he de hacerle un gran pueblo." Y abrió Dios los ojosa Agar, y ella vio un pozo. (21:17-20)
El agua era un manantial que Dios hizo brotar de la arena al toque del talón de Ismael; a partir de entonces, el valle se convirtió pronto en un alto de caravanas, a causa de la excelencia y abundancia del agua, y a la fuente se la llamó Zamzam.

Cuando Agar e Ismael llegaron a su destino, a Abraham todavía le quedaban setenta y cinco años de vida, y visitó a su hijo Ismael en el lugar sagrado hacia el que Agar había sido guiada. El Corán nos cuenta que Dios le mostró el sitio exacto, cerca de la fuente de Zamzam, sobre el cual Ismael y él tenían que levantar un santuario y se les dijo cómo tenía que construirse. Su nombre, Kaabah (cubo), se debe a su forma, que es aproximadamente cúbica, y sus cuatro esquinas apuntan a los cuatro puntos cardinales y, cuando el santuario estuvo terminado, Dios habló nuevamente a Abraham y le ordenó instituir el rito de la Peregrinación a Becca o la Meca, como más tarde vino a llamarse: ¡Purifica mi casa para los que la circunvalan y para los que están de pie, y para los que se inclinan y prosternan! ¡Y proclama a los hombres la peregrinación para que vengan a ti, a pie o montados en flacos camellos, venidos de pasos anchos y profundos. (Corán, 22: 26-27).
Más tarde, Abraham hizo la siguiente plegaria, quizás estando en Canaán, mirando en torno suyo hacia los ricos pastos y los campos de cereales y trigo: ¡Señor! He establecido a una parte de mi descendencia en un valle sin cultivar, junto a tu Casa Sagrada...! ¡Inclina hacia ellos los corazones de los hombres! ¡Provéelos de frutos! Quizás, así, sean agradecidos. (14:37).



Recopilado de: Muhammad: Su vida basada en las fuentes más antiguas Martin Lings